La exageración no es un recurso malo de por sí, en algunos casos es hasta hermoso, como en la poesía y en la letra de las canciones románticas. Necesario en el humor. Inevitable en los medios de comunicación, en las redes sociales y en los políticos en campaña.
Pero mal utilizado puede aumentar nuestras emociones negativas, (“No soporto más” “No puedo tolerar esto”), las quejas continuas, las depresiones, los ataques de pánico, el temor exagerado al dolor y al sufrimiento, etc.
Vamos a pasear por pensamientos apocalípticos, frases dramáticas, dragones emocionales y otras joyitas mentales. Pero lo haremos con humor, ternura y herramientas que te ayuden a bajarle el volumen al drama.
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